NOVIEMBRE 2003
Las continuas lluvias de este mes apenas nos han dejado hacer nada, incluso dentro de la poca actividad característica de estos meses en el campo. El frío está frenando el crecimiento de la mayoría de hortalizas y sólo las crucíferas (ya casi a punto de cosecha) parecen prosperar. Era el primer año que sembrábamos coles y su moderado éxito (no alcanzan buenos tamaños) nos anima a seguir con su cultivo la próxima temporada.
Hemos efectuado una primera cosecha de coles de Bruselas que, como sabréis, maduran de abajo a arriba en los troncos. Estaban un poco atacadas por pulgones y pequeñas orugas por lo que desempolvamos el pulverizador y el insecticida vegetal para hacer un tratamiento. El resto de miembros de la familia, esto es, las coles repollo y las lombardas, están también casi listas para cosechar. Todas fueron sembradas de asiento (sobre el terreno, no trasplantadas) en junio, lo que entra dentro del plazo normal de su ciclo de cultivo. Sospechamos, no obstante, que debemos ser más generosos con el abonado orgánico ya que el tamaño de los frutos es reducido.
A pesar de que no es una hortaliza que nos entusiasme, hemos vuelto a sembrar ajos. Ahora ya tenemos ahuyentador electrónico de roedores y por lo menos en ese aspecto esperamos mejores resultados que en años anteriores. Durante la preparación de la tierra con una buena cava, aprovechamos para quitar raíces de malas hierbas. Las más invasivas son, sin duda, las gramas y aquí (como se aprecia en la foto) prosperan muy bien. Una vez mullida y limpia la tierra, se practican pequeños surcos donde se depositan los dientes, enterrándolos posteriormente con 1 ó 2 cm de tierra.
Por lo demás, del resto de cultivos en activo, tanto zanahorias como lechugas de cortar se encuentran estancadas en su desarrollo por los fríos.
Ya marchitos los tallos, en diciembre comenzaremos a recoger tubérculos de tupinambos (también llamados aguaturmas o patacas), hortaliza muy poco conocida en España pero de grandes cualidades nutricionales.
