ABRIL 2003
La humedad del suelo y el calor que ya comienza a hacer favorece en abril el desarrollo de todos los cultivos y especialmente de la hierba que invade los pasillos entre tablas. De momento los mantenemos limpios con la azada aunque nos planteamos colocar baldosas de jardinería.
El maíz dulce ya tiene unos 5 centímetros de alto y a su lado se ha vuelto a sembrar la fila de judías ya que las primeras semillas han desaparecido tal vez consumidas por algún animal. La fila de la derecha se deja libre para sembrar otra cosa más adelante.
Si bien el suelo todavía retiene humedad de las últimas lluvias, a finales de mes comenzamos a regar más que nada para ayudar a las semillas recién puestas.
Continuamos sembrando hortalizas ya que las sementeras de marzo apenas han prosperado, tal vez por el frío quizás también por los insectos. Los cultivos de mayor desarrollo (maíz dulce, habas, guisantes, tomates...) se ubican en las filas centrales de las tablas mientras que los de porte más reducido (lechugas, zanahorias, cebollas, puerros...) se colocan a los lados donde no estorban para acceder al cultivo central.
Hablando de insectos, con el buen tiempo también han llegado los primeros pulgones y orugas. Aquellos han atacado las hojas de algunos árboles jóvenes: el par de manzanos y el cerezo. También, como no, los brotes tiernos de las matas de habas. Las orugas comen hojas de las fresas y de algunos árboles. Hemos realizado, pues, los primeros tratamientos de la temporada con el insecticida biológico más famoso: la rotenona (ACTUALIZACIÓN: La rotenona ha sido prohibida al descubrirse efectos nocivos en la salud humana), que es lo que usamos desde el primer momento y que está dando muy buenos resultados. Cuando tengamos abundantes flores de pelitre probaremos la eficacia de su infusión.
Y como no todo va a ser sembrar, las lechugas de cortar que sembramos hace un par de meses ya tienen hojas listas para cosechar. Como sabéis, esta variedad no forma cogollo. La planta no se arranca, simplemente se van cogiendo las hojas exteriores conforme alcanzan un buen tamaño.
Por otra parte, tanto el trigo (que ya tiene casi un metro de alto y ha formado espigas) como las fresas (llenas de flores y con abundantes frutos todavía verdes) siguen por buen camino. Dos de las parras del borde oeste siguen su desarrollo lentamente. Una de ellas fue comprada en un vivero y la otra se consiguió a partir de un sarmiento (multiplicación por estaca).