FEBRERO 2004
Similar ha sido la actividad de este mes a la del pasado, más centrada en los árboles del resto de la parcela que en el propio huerto. Se han ido terminando las labores de poda y limpieza al pie de los troncos y hemos hecho algo que queríamos llevar a cabo desde hace tiempo: trasplantar un sauce que nació al lado del pozo cuando lo hicimos hace cinco años. Sus raíces estaban penetrando dentro y a pesar de su tamaño (casi 3 metros) lo hemos llevado a la linde sur, al lado del Viejo Sauce ya muy deteriorado. En agricultura convencional no se consideran los cultivos como integrantes del ecosistema que los rodea, algo que sí se hace en la ecológica. Un joven sauce de cinco años a 20 metros de distancia se lo puede considerar como un elemento más del huerto.
Hemos podido consumir algunas zanahorias, muy poco desarrolladas, en parte por el frío, en parte, nos tememos, por falta de suficiente abonado. Esta variedad de pulpa clara apenas es conocida, sin embargo, es mucho más dulce que la popular nantesa y en ensalada está muy buena (no es apta para cocinar).
Ya finalizada su producción de cogollos, hemos abandonado a su suerte a las coles de Bruselas de forma que pronto florecerán y en verano nos proporcionarán sus semillas. Dudamos, no obstante, de su validez ya que nosotros las hemos obtenido a partir de las típicas que se venden en sobre y que, siendo resultado de hibridaciones, no suelen dar buenas semillas.
Por otra parte, hemos comenzado con las primeras siembras. Animados por el éxito obtenido con el trigo el año pasado, hemos dedicado una tabla en esta ocasión a la avena, también muy rica en forma de copos con leche o como harina en el famoso porridge escocés. Se han sembrado, además, las primeras habas de la temporada con granos
procedentes de la cosecha del año pasado; más adelante haremos una segunda siembra. Otra pequeña tarea ha sido limpiar de hierbas las dos tablas de fresas, mullir su tierra y abonarlas con el mantillo que ya está listo. Este año tenemos que obtener plantas nuevas a partir de los tallos enraizantes (estolones) que emiten ya que llevan
cuatro años en el mismo sitio y conviene cambiarlas de emplazamiento con matas renovadas. Por cierto que la foto de la derecha me recuerda, sin poder evitarlo, el chiste de los dos leperos:
- ¿Dónde vas con esa carretilla de estiércol?
- Es para las fresas.
- ¿Pero no están mejor con nata?
