ABRIL 2004
Echando un vistazo a lo que hicimos en abril del año pasado comprobamos que los ciclos se repiten y en la naturaleza más que en ningún otro sitio. Pocas diferencias existen de un año a otro. Por ejemplo, hemos tenido que repetir las sementeras de marzo ya que la mayoría no han prosperado. En la fila de habas, sin ir más lejos, había muchas faltas con señales de que algún animal, tal vez alguna perdiz de las que abundan en la zona, había desenterrado los granos. Se confirma la idoneidad de la lechuga de cortar en este paraje: Tras sólo dos meses de la siembra ya tenían algunas hojas listas para cortar y consumirse en ensalada o en sandwich con queso fresco y tomate; en la fotografía se aprecian sus características hojas rizadas color granate. Otro cultivo que no ha llegado a germinar ha sido la avena quizá porque lo sembramos en primavera; este otoño volveremos a intentarlo.
Continuando con nuestros pequeños experimentos, a finales de mes sembramos una primera fila de soja (cuyas cualidades han sido por fin descubiertas por la industria alimentaria convencional) en la tabla que teníamos desde hace cuatro años con aguaturmas. Dependiendo de la variedad, la soja es muy sensible a la duración del día y la noche y como estos granos no sabemos de qué variedad son porque los compramos en un herbolario, haremos dos siembras distantes unos 30 días para contrastar resultados. En la foto se pueden ver los granos echados "a chorrillo" en un pequeño surco practicado con un extremo del rastrillo. Cuando destinamos una tabla a un cultivo de cierto tamaño, sólo usamos la filas de los lados, dejando la central libre.
Más cosas que se repiten de un año a otro: a finales de mes pusimos de nuevo en marcha el sistema automático de riego (programado para media hora cada tres días) y revisamos tuberías y goteros para confirmar su correcto funcionamiento. La primera remesa de tubería de 12 mm que se compró ha dado muy mal resultado: tiene poca elasticidad y se agrieta, suponemos que es de polietileno reciclado. La vamos reemplazando progresivamente por otra de PE virgen reconocible por un color negro más brillante.
Este año no estamos quitando la hierba que nace en los pasillos entre tablas (demasiado trabajo, algún año de estos pondremos baldosas de jardinería) y la mantenemos a raya con pasadas de segadora manual de césped. Para labores de desherbado (escarda) de precisión usamos la azadilla que aparece en la imagen al lado de la fila de guisantes aún muy pequeños.
Retomamos también en abril el control de las plagas. El joven cerezo, que por fin tiene unos cuantos frutos, estaba invadido de pulgones. También lo estaban, y eso es habitual, los tallos tiernos de las habas. Aparte de la rotenona, que usábamos nosotros (ACTUALIZACIÓN: La rotenona ha sido prohibida al descubrirse efectos nocivos en la salud humana), existen otros remedios naturales, para aplicar pulverizando, más caseros: maceración de ajenjo, de flores de pelitre...