MARZO 2003
Marzo es el mes en el que se retoma la actividad tras el reposo invernal. La tierra tiene ahora el punto de humedad justo que permite cavarla con facilidad.
Se han sembrado una cierta variedad de hortalizas, concretamente: lechugas, puerros, zanahorias, maíz dulce, habas, judías y guisantes. Dependiendo de las exigencias de cada cultivo, al preparar el terreno para la siembra, se aprovecha para incorporar mantillo, ya listo.
Otra actividad típica de este mes es la limpieza de malas hierbas después del abandono invernal. Arriba se puede ver una de las dos tablas de fresas, antes y después de la limpieza. Primero se dio una pasada con la azada; se afinó la labor cerca de las matas con una azadilla pequeña. Con una pasada de rastrillo se retiraron los restos de las hierbas y se esparcieron dos carretillas de mantillo.
Tanto la tabla de ajos como la de trigo parecen haber entrado en la primavera con buen pie. Algunos árboles ya están en flor como por ejemplo un ciruelo franco que se sembró de semilla hará unos cinco años. Un año de estos tendrá que ser injertado. También en las fresas comienzan a asomar las primeras flores.
Se han preparado los bordes del huerto. En el lado norte se han sembrado ipomeas, tagetes, malvarosas, girasoles, vincas y pelitre. Este último con una finalidad muy concreta: la infusión de sus flores constituyen un insecticida natural (las famosas piretrinas proceden de él). En el lado sur, se han vuelto a sembrar hierbas medicinales y aromáticas: ajedrea, romero, tomillo, orégano, salvia, melisa, hierbabuena, lavanda y manzanilla, ya que el año pasado apenas arraigaron.