"Espera un momento" dijo Winnie-the-Pooh levantando la pata.
Se sentó y pensó, del modo más pensativo que él podía pensar. Entonces encajó su pata en una de las Huellas... se frotó el hocico un par de veces y se levantó.
"Sí", dijo Winnie-the-Pooh.
"Ahora lo veo", dijo Winnie-the-Pooh.
"He sido Bobo y he sido Engañado" dijo, "y soy un Oso Sin una Pizca de Cerebro".
"Eres el Mejor Oso de Todo el Mundo" dijo Christopher Robin reconfortantemente.
"¿Lo soy?" dijo Pooh aliviado. Y recobró el ánimo al instante.
"En cualquier caso" dijo, "es casi la Hora del Almuerzo".
De modo que se fue a su casa a por él.

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